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La ONCE reivindica en el Día Mundial del Braille el uso del sistema que permitió a las personas ciegas salir de la prehistoria

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La ONCE aprovecha el Día Mundial del Braille, que se celebra el 4 de enero, para reivindicar un mayor uso del sistema de lectoescritura que permitió y permite a las personas ciegas salir de la oscuridad y abrirse al mundo del conocimiento, la tecnología, la educación, el empleo y la vida, en definitiva, tal y como la conocemos hoy. Y hace un llamamiento para utilizar el Braille de forma más activa en bienes y servicios de manera que sean accesibles y permitan la autonomía personal de las personas ciegas.

La ONU reconoció justo el año pasado el 4 de enero como Día Mundial del Braille, una larga reclamación de 285 millones de personas ciegas de todo el mundo que conmemoran ese día la fecha de nacimiento del francés Louis Braille, creador de este sistema de lectoescritura que recuperó a los ciegos de la prehistoria en el acceso al conocimiento, como había hecho apenas unos siglos antes la imprenta con el resto de la humanidad.

Sin ir más lejos, la utilización del braille y sus múltiples usos para una mayor accesibilidad será una de las temáticas que se abordarán este año en junio en España durante la celebración del World Blindness Summit Madrid 2020, que reunirá en junio en la capital de España a más de 1.500 personas ciegas de 190 países del mundo, algo impensable sin la utilización del Braille.

El gran avance de Louis Braille fue conseguir ubicar en los seis puntos que caben justo en la yema de un dedo (signo generador de braille) toda la capacidad de escribir, mediante sus 63 combinaciones, las diferentes letras y signos que conforman muchos idiomas (español, francés, inglés, chino, japonés, árabe, ruso…), además de partituras musicales, formulaciones químicas o jugadas de ajedrez.

El braille del día a día

Pero no se trata solo de leer y acceder así a la cultura que puede estar recogida en los libros. El braille abrió el mundo a las personas ciegas para acceder a bienes y servicios de todo tipo, logrando así alcanzar un nivel de autonomía personal muy elevado en todos los ámbitos de la vida.

Por ejemplo, a través de una “línea braille” enlazada a un ordenador, una persona ciega puede navegar y leer todo lo que aparezca en pantalla; y lo mismo en un teléfono móvil; y aún más, es la diferencia entre poder o no utilizar una cocina vitrocerámica, sacar dinero de un cajero automático, conjuntar su ropa, acceder a la planta deseada de un edificio o saber si la medicación que ofrece a sus hijos es la correcta.

La riqueza de este sistema permite su lectura tanto en vista como en tacto, de manera que quienes ven pueden leer este sistema perfectamente sin necesidad de utilizar sus dedos, lo que le convierte en un sistema muy inclusivo, por ejemplo, en las aulas.

En España, más de 7.500 estudiantes ciegos lo tienen o lo han utilizado como método de alfabetización (para aprender a leer y escribir), actualmente mediante la utilización de Braitico, un método recién puesto en marcha que permite su aprendizaje desde la cuna, como ocurre con el resto de bebés.

Además, la evolución también se ha sumado al braille, que se puede escribir en programas informáticos, que permite transcribir complejas fórmulas matemáticas o químicas (un nuevo programa llamado Edico permite seguir clases de elevado nivel trasladando fórmulas a braille), e incluso jugadas de ajedrez.

Y, en la vida diaria, hay relojes de pulsera que dicen la hora en braille; se pueden resolver crucigramas y sudokus en braille; en algunos teléfonos móviles se puede escribir en braille; o se puede votar de forma independiente en las elecciones europeas, generales y autonómicas de manera totalmente autónoma y privada gracias a su utilización.

La RAE del braille

La ONCE creó en 1984 la Comisión Braille Española (CBE), un órgano que regula en España las normas de uso y desarrollo del braille, así como la simbología en relieve y color aplicable a láminas o cualquier producto utilizable por las personas ciegas (mapas, planos de edificios, señales, pictogramas…)

Desde la Comisión Braille Española se asesora a distintas empresas y organizaciones sobre cómo incluir el braille en sus productos y servicios. El pasado año se realizaron más de 400 asesoramientos, como por ejemplo los de los sobres de voto accesible de los diferentes procesos electorales de 2019.