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Ana Eugenia Venegas, premio especial Tiflos de Poesía: “Tengo muchos miedos”

L.G. | Ana Eugenia Venegas Moreno (Ubrique, 1967), ha ganado el premio especial Tiflos de Poesía, en la modalidad de escritores con discapacidad visual, por su poemario ‘En el confortable armario de las galletas’, una colección de poemas que desnudan su visión del mundo y su particular lucha contra la bulimia. Escritora, filóloga, colaboradora habitual de medios locales en Marbella, Venegas prepara ahora una novela histórica sobre la saga de los Paneros, poetas olvidados de la Generación del 36. “La Biblioteca Virtual de la ONCE que es uno de los regalos más grandes que me ha dado la vida”, sostiene.

Ana Eugenia Venegas se declara muy agradecida al jurado por el reconocimiento que supone este premio especial de Tiflos

 

¿Qué es ‘En el confortable armario de las galletas’?

Es una colección de poemas que está dividido en dos. La primera parte habla de mí, de una mujer de mediana edad, con sus problemas de visión, de bulimia, de las relaciones, de cómo está el mundo, de todo lo que me preocupa. Todo eso sale en mis poemas, que los construyo de una manera a veces humorística, a veces absurda, pero siempre con musicalidad y ritmo. Y la segunda parte, ‘Mercromina y tirita’, es con lo que me curo yo, porque la bulimia no es más que una compulsión por la comida, que la podrías tener por cualquier otra sustancia o conducta. De esa manera te anestesia todos esos miedos y angustias que tienes, toda esa necesidad de perfección y de controlarlo todo. Hasta que se llegas a esa sabiduría se pasa mucho miedo y angustia.

La poesía entonces ¿le ha ayudado a superar esa situación?

Si. Todos esos poetas y poemas que he leído han conseguido sacarme de ese trastorno y en esa segunda parte del libro lo que hago es dialogar con distintos poetas, con versos que me han llegado al alma. Tengo algunos que tienen que ver con José Manuel Caballero Bonald. Con él he descubierto que la censura agudiza el ingenio, una idea que me resulta muy interesante. La libertad es maravillosa pero no agudiza tanto el ingenio como la censura.

Ya no vivimos tiempos de censura.

Claro que no, pero me he centrado en uno de sus versos, de cuando sí la había. Y me ha hecho pensar en lo fácil que tenemos el mundo ahora y eso también estimula menos la creatividad. En cambio, la censura, el miedo, el tener ganas de decir cosas y no poder, estimulan la creatividad.

¿Con qué tipo de poesía se siente más identificada?

Me gusta mucho la poesía contemporánea. Además, soy asidua de los festivales de poesía, como el de Marbella. Me gusta muchísimo Jaime Gil de Biedma .

¿Y cuáles son sus mejores momentos de inspiración y sus principales motivos?

Tengo dos formas, una de ellas, viendo el mundo. El mundo está continuamente proporcionándote píldoras para la creatividad. Y luego las lecturas. Leer a Pessoa, sus discursos, sus diálogos de religión, su visión de Lisboa. O Antonio Lucas, me gusta muchísimo, habla poesía y oírle es una continua fuente de creatividad.

El estado de ánimo ¿afecta a la hora de escribir poesía?

Cuando me siento mal, nerviosa o ansiosa no tengo capacidad para centrarme y escribir. Tengo que estar expectante al mundo, y mis lecturas, que forman parte de mi mundo. Y estar con serenidad para digerir lo que está viendo y leyendo. Y luego elaborarlo y coger un hilo y tirar.

 

“Este premio me dice que voy por buen camino”

Venegas trabaja ya en la que será su próxima novela, de contenido histórico

El año pasado ganó en la categoría de cuentos, este año poesía, ¿se atreverá con la novela para la próxima edición?

La verdad es que ya tengo alguna novela publicada, como ‘Llina un camino de identidad’, sobre la transexualidad. Ahora estoy escribiendo una narración sobre la saga de Los Paneros que quiero presentar el próximo año al Tiflos de Narrativa. Se trata de Leopoldo Panero padre, que fue considerado el poeta del Régimen de Franco, y su hijo Leopoldo María Panero, que es un poeta surrealista, de los más inquietantes que tiene España, y su otro hermano Juan Luis, con una poesía muy influenciada por Borges y todos los latinoamericanos. Hay dos hilos en la narración, uno sobre la familia Panero y otro sobre mi familia, la parte cronológica que convivió con esa otra familia, tan maravillosos y a la vez tan destructivos.

Novela histórica, en definitiva.

Llevo tres años trabajando sobre esta novela, pero creo que merece la pena recuperar unos poetas de la Generación del 36, que son una generación perdida. Siempre tendemos a llenar de ideología todo y a posicionarnos a favor o en contra. Y nadie habla de Leopoldo Panero ahora mismo. Y tuvo mucha importancia por cómo consiguió conciliar a poetas en el exilio. Él se peleó con el dictador muchísimo, pero claro, dentro del sistema, y eso no se lo perdonan.

La falta de visión ¿cómo ha influido en su trayectoria?

Empezando por no conducir. Yo con 20 años tuve el primer desprendimiento de retina. Se paró el mundo. Los primeros años fueron progresivos con lo cual tenía que continuar mis estudios, parar, continuar, empezar una actividad laboral, parar… Pero bueno, también me ha ayudado a tener muchos momentos de reposo, a leer muchísimo y haber descubierto la Biblioteca Virtual de la ONCE, que es uno de los regalos más grandes que me ha dado la vida, porque tiene una cantidad increíble de obras. Además, ya me he dado cuenta de una cosa; no me va a dar tiempo de leerme todo lo que tengo que leer en la vida, entonces, aparte de leer con el ebook echo mano de las grabaciones de la Biblioteca virtual y cuando me entra el ansia recurro a grabaciones de 50 minutos hechas en Perú, introducidas por Vargas Llosa, que adaptan a la radio la narrativa de todos los tiempos. Y me resulta bastante útil y muy placentero.

¿Hay algún miedo que le condicione a estas alturas de su vida?

La verdad es que yo tengo muchos miedos, muchísimos. Tengo miedo al fracaso, a que le ocurra algo a mi familia, a fallarle a la gente que me ha dado una responsabilidad o a mi familia. Pero hace ya tiempo que estoy trabajando para que no me bloqueen. Todos los días medito. Todos los días rezo, a veces con más fe o con menos, pero lo sigo haciendo y parece que me descargo yo de responsabilidad y la dejo en el universo o en Dios, porque me hago consciente de que no tengo poder sobre eso y acepto las situaciones sin hacer dramas.

Al Coronavirus no parece temerle, después de haber pasado unos días de vacaciones en Roma.

La verdad es que si le temo. Pero tengo la conciencia de que esto se va a extender por todos los sitios porque no hay paredes. Cualquiera puede tener relación con alguien que haya tenido relación con el Coronavirus aunque el miedo que se ha desatado es un poco Majarón como se dice en Cádiz. En Roma la mayoría de la gente no llevaba mascarilla, aunque hay que reconocer que los que hemos ido tenemos un punto de locos.

¿Qué le aporta este premio especial Tiflos?

Estoy muy contenta de que se me haya reconocido el trabajo. El año pasado me di cuenta de que valía todo, que no tenía por qué ponerle puertas a mi creatividad, ni acomodarla a unos esquemas. Y el premio me dice que voy por buen camino, no solo me gusta a mí, le gusta a alguien más.

Es usted educadora social y filóloga, ha publicado más de 1.700 artículos sobre arte y suma ya más de 700.000 visitas en su blog, ¿se siente una influencer de la cultura?

No sé qué significa sentirse influencer. Mi objetivo al escribir tantos artículos sobre la cultura de Marbella o de Málaga era trabajar por mis conciudadanos porque creía que Marbella era una ciudad bastante desconocida, y lo es, y siempre las noticias son por corrupción o por fiestas en las que puede suceder cualquier cosa. Pero también existe una Marbella de escritores y de unas profesiones increíbles que tienen su segunda residencia aquí y eso es una riqueza que tenemos. En realidad, el blog no está concebido para exhibirme yo sino para exhibir a mis conciudadanos.

Entre su Ubrique natal y Marbella, su lugar de residencia desde hace más de 20 años, tendrá el corazón partío.

No, no lo tengo partío, lo tengo más lleno –se ríe-. La verdad es que Ubrique es una maravilla de pueblo, toda la gente, no se puede ser más lista como dice mi marido. Son muy listos y muy creativos. De mi curso, de 25 personas, seis son artistas, es una desproporción desmesurada en relación a otros lugares. Es un lugar para observarlo y copiarlo. Y luego el entorno natural, porque está justo en la intersección del parque natural de Los Alcornocales y la Sierra de Grazalema y eso es una auténtica maravilla ecológica de bosques, alcornoques, grutas, montañas y manantiales.

La escritora muestra orgullosa los títulos publicados