Accesibilidad
Letra grande
Letra normal
Contraste alto
Contraste normal
Cultura para ciegos
Espacio divulgativo del talento andaluz sin barreras

Aurora Delgado: “Me declaro una bohemia de la pringá”

La Bienal de Flamenco de Sevilla acogerá mañana la presentación de la novela gráfica Pura Hamilton. Objetivo: Matar al traidor, de las sevillanas Aurora Delgado, guion, y Nathalie Bellón, dibujo. Delgado, finalista del Premio Nadal 2017, afiliada a la ONCE por su discapacidad visual grave, ha descrito una historia divertida de flamencas y espías en la España de los años 50, que juega con los clichés del género de aventuras mientras rinde homenaje a las películas de espías, a la comedia romántica del Hollywood clásico y a producciones de serie B como ‘Top Secret’. Es su tercer libro. | Luis Gresa

Cubierta del libro Pura Hamilton

El corazón de Livingstone su primera novela, publicada en 2014, fue una memoria construida con rabia a través de su mirada.  En ‘Curva’, su última novela, de 2018, abordó la toma de decisiones, el crecimiento personal, la superación, el papel de los hijos y la sobreprotección de los padres. ¿Qué va a encontrar el lector en esta ‘Pura Hamilton’?

Pura Hamilton es un homenaje al cine que me gustaba ver de niña, a películas como Historias de Filadelfia o La fiera de mi niña y también a todas esas que me hacían evadirme de mi realidad en los años 70. A mí me parecía que todo lo que me rodeaba era muy feo. Por otro lado, Pura Hamilton no es ni más ni menos que una novela de aventuras con espías y organizaciones secretas bastante chapuceras. Hay en ella muchos momentos algo surrealistas o si se quiere disparatados, con un trasfondo político bien documentado, pues se sitúa en la España de 1951, cuando Franco estaba camino de convertirse en aliado de los Estados Unidos frente al comunismo soviético.

Tener a una bailaora de flamenco, espía, como protagonista, y jugar con los clichés del género de aventuras, ¿son una garantía de éxito para triunfar en el mercado editorial?

Pues no sé, yo me declaro como diría mi madre, una bohemia de la pringá. Aunque me considero una persona con suerte, estoy acostumbrada a fracasar y ya le veo hasta la gracia. Sería una carambola del destino que un proyecto editorial independiente, que ha sido posible gracias a la ayuda económica de amigos, familiares y conocidos, así como de la ONCE, triunfase al viejo estilo en plena pandemia. En fin, sería en estos tiempos de apocalipsis diaria, el acabose.

¿Qué le atrae más del personaje de Pura Hamilton?

Su lucha interna. Ella tiene que elegir entre un presente fantástico y un pasado horrible que se ve obligada a recordar. De alguna manera, todos alguna vez hemos tenido que elegir entre ser nosotros mismos y desobedecer el mandato heredado por alguna cuestión familiar.

Enmarcar esta obra dentro de la programación de la Bienal de Flamenco de Sevilla, ¿supongo que será todo un regalo como autora?

Tanto para Nathalie Bellón como para mí, la presentación de nuestra novela gráfica en esta Bienal ha supuesto un gran motivo de alegría. La Bienal es un evento que marca durante semanas la vida cultural de Sevilla desde hace más de cuarenta años. Estar en su programación es un auténtico lujo y dice mucho de sus organizadores, de la apuesta que hacen por vincular el flamenco a otros lenguajes artísticos.

 

“No sabemos debatir sin embestirnos los unos a los otros”

Aurora Delgado mezcla el flamenco con una trama de espías muy rompedora y entretenida

¿En qué se ha inspirado para hilvanar una trama que persigue matar a Franco desde la provocación?

Desde antes de ser nombrado Caudillo, Francisco Franco ya fue objeto de varios atentados. Me ha inspirado el relato de esos planes, algunos bastantes desconocidos, y, por cierto, tan locos, como el que contamos en nuestra novela. Son historias de hombres y mujeres que no se resignaban a vivir en una dictadura, que ante el miedo y la represión decidieron dar un paso y actuar, aunque a menudo con más ímpetu y valor que cabeza. A mí esa actitud me resulta fascinante, quizás porque me considero una persona cobarde.

Dada la politización en la que España se mueve, ¿cree que esta novela escocerá a algunos sectores?

Seguro que sí, porque la polarización es enorme y los argumentos no se escuchan, se prejuzgan en función de quien los emite. El diálogo resulta bastante complicado. Creo que es uno de los grandes problemas de nuestro país, no sabemos debatir sin embestirnos los unos a los otros.

Una novela gráfica de la mano de Nathalie Bellón es un valor añadido. ¿Cómo surgió la idea?

La idea surgió hace cuatro años de la mano de una amiga común. Cuando empezamos a trabajar no sabíamos que la novela iba a coger la envergadura que después tomó. Sinceramente creo que si lo hubiésemos sabido igual no lo habríamos hecho. En mi opinión ha sido una labor titánica. Para mí ha sido una suerte que Nathalie se mantuviese en el proyecto sin titubear, sin dudas, creyendo en él y con la paciencia y respeto que ha demostrado hacia el guion y mi forma, a veces algo caótica, de enfrentarme a la escritura.

Imagino que primero vino el texto y las ilustraciones se adaptaron a su trama. ¿Cómo ha sido ese proceso creativo?

Creo que ha sido muy enriquecedor. Nathalie ha hecho algo muy difícil: respetar el guion, pero aportando su propia mirada y sensibilidad sobre la historia que estábamos contando. No ha sido una suma de trabajo, creo que se ha creado una verdadera sinergia artística entre ambas.

 

“Me perturba la tristeza colectiva”

«La novela funciona como una máquina del tiempo», dice su autora

El trasfondo y el escenario es la Sevilla de los años 50. ¿Qué le seduce más de esa época en su ciudad?

Un paisaje urbano lleno de tranvías, el desaparecido y emblemático Teatro San Fernando, el café Gran Britz, los bajos fondos con sus casas de cita y sus reñideros de gallo. En fin, los contrastes entre una Sevilla tradicional, nacionalcatólica y su reverso donde está Pura y sus amigos, todos ellos sexualmente invertidos, tal y como los señalarían en la época.

A mi me resulta muy cursi decir eso de que Sevilla es una protagonista más de la novela, pero verdaderamente es así. En cierto sentido la novela funciona como una máquina del tiempo con la que trasladarnos a la que yo llamo la Sevilla de los tranvías. Nathalie ha hecho un trabajo maravilloso, hay viñetas que retratan Sevilla de una forma muy especial y sorprendente.

Siempre ha defendido que le gusta escribir de lo que le incomoda. En este mundo de pandemia global, ¿qué le perturba más?

La tristeza colectiva, global, esa sensación de que el mundo de repente se ha vuelto pequeño y asfixiante. La mascarilla no solo nos cubre la nariz y la boca, nos empuja hacia dentro, hacia una especie de burbuja extraña desde la cual no reconocemos ni nuestra voz, ni la de los demás. Este proceso de aislamiento a varios niveles puede que nos salve del virus, pero quizás tenga consecuencias imprevisibles sobre todo para las generaciones que empiezan ahora a tener conciencia de si mismas y del mundo.

Ilustración de las dos autoras, realizada por Nathalie Bellón