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Cultura para ciegos
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Esther Ruiz, actriz de El Malecón: «Antes de salir a escena necesito un minuto sola»

Luis Gresa | Esther Ruiz (Mälaga, 1977) es una de las actrices más veteranas de El Malecón, el grupo de teatro de la ONCE de Málaga. Después de quince años en sus tablas, y tras varios meses ya inmersa en el papel de ‘Raimunda’ en ‘Maniobras Teatrales en la Oscuridad’, Esther, ciega total, da un paso más en su carrera de la mano de su director Mel Rocher, participando con un papel secundario en su último estreno ‘El Desahucio’, que se puede ver en la Sala Joaquín Eléjar de Málaga todos los fines de semana de noviembre. Desde el respeto que le merece la palabra actriz, Esther Ruiz se declara y se siente actriz, sin matices, ni adjetivos.

Esther Ruiz se declara actriz sin matices ni adjetivos

¿Cómo prendió en usted la mecha del teatro?

A mí el teatro siempre me ha gustado. Desde que tengo uso de razón he querido estudiarlo, pero no pude hacerlo por motivos personales. Cuando llegué a la ONCE me enteré que había un grupo de teatro y allí empecé.

¿Perder la vista a los 23 años es un trauma?

Es un shock, porque no me lo esperaba, fue todo muy rápido. Perdí la vista en cuestión de seis meses, aunque eso sí, la gente me suele decir que me lo tomé bastante bien, como si no me hubiese pasado nada.

De alguna manera, la ceguera ¿le empujó al teatro?

Sí, porque, aunque ya me gustaba nunca había podido hacerlo. Hasta entonces no conocía los grupos de teatro, solo los meramente profesionales.

Lo que no se atrevió a hacer cuando veía, fue capaz de hacerlo sin ver.

Me acogieron muy bien en el grupo con la directora en ese momento, Mercedes León. Y como iba todo tan rodado no me lo pensé. Yo siempre digo que de una cosa mala que me ocurrió, como perder la vista, saqué una cosa buena, que fue hacer teatro.

Como persona ciega, ¿qué le aporta el teatro?

Es muy difícil, pero me ha hecho desarrollar muchas cosas. Por ejemplo, ahora tengo mucha más empatía, he aprendido a relacionarme mucho más con las personas y quitarme un poco la vergüenza. Sobre todo, al entrar a trabajar con el grupo, ya que estamos constantemente haciendo ejercicios en los que nos relacionamos mucho, y eso me ha hecho perder un poco esa timidez que tenía.

Digamos que ha ganado en seguridad en sí misma.

Sí, muchísimo. El perder la vista no fue un trauma muy fuerte, pero me daba un poco de miedo salir. Y ahora me subo al escenario como si fuera mi casa.

Entonces, ¿lo recomienda?

Sí, sí. Sin duda alguna. Mi experiencia con el teatro es fabulosa. Así que a todas las personas que estén un poco retraídas les animo a que lo hagan.

¿Cuándo comenzó con ‘El Malecón’?

El grupo tiene treinta años, es de 1989. Y yo en febrero, hice quince años que pertenezco a ellos, junto con Maché (compañera de teatro) somos las más antiguas ahora mismo.

¿Cómo ha sido la evolución del grupo en estos años?

Cuando entré estuve muy a gusto con la directora que tenía en ese momento. A mí me gustaba y trabajamos muy bien juntas. Luego hubo muchos cambios y hemos tenido cuatro directores. Cuando se marchó Mercedes, tuvimos la sensación de que nos faltaba algo, después vino Noelia y nos dio más impulso, pero y después Ángela, pero cuando llegó Mel fue como si llegara aire fresco y comenzamos a realizar cosas nuevas -entre ellas cabaret-, y ya son tres años los que llevamos juntos.

“Mel Rocher sabe sacar lo mejor de cada uno”

Ruiz actúa en la obra ‘El Deshaucio’ todos los sábados y domingos de noviembre en la Sala Joaquín Eléjar de Málaga

¿Cómo es Mel Rocher como director?

Para mí, sin desprestigiar a ninguno (risas), es uno de los mejores directores que he tenido. Es muy duro, pero sabe muy bien cómo llevarnos. Nos trata muy bien, pero a cada uno de manera distinta, porque no todos trabajamos igual. Y siempre saca el máximo de cada uno. Es muy exigente, muy duro (risas) pero sabe sacar lo mejor de cada uno.

¿Cuál es el papel más complejo que ha hecho hasta el momento?

Yo creo que hacer de hombre ha sido lo más difícil, que lo hice en dos obras anteriores, en ‘El cornudo apaleado’ y en unos sainetes que hicimos. Aunque desde que está Mel, con la obra que estamos haciendo ahora ‘Maniobras teatrales’, el papel de Raimunda es un papel también muy duro. Es una mujer con un carácter muy fuerte, y a la vez, tienes que ser muy dulce. Así que, junto con el papel de hombre han sido los más difíciles.

¿Qué le supone mayor dificultad, aprender un texto o interpretarlo?

Tengo mucha facilidad para aprenderme el texto. Aunque cuando salgo al escenario tengo la sensación de que se me olvida. Lógicamente no se te ha olvidado, aunque para mí lo peor es cuando hacemos las actuaciones porque me pongo muy nerviosa. Siempre necesito mi tiempo en el camerino, por lo menos un minuto sola para relajarme y respirar, y estar tranquila, porque me pongo muy nerviosa. Nada más.

¿Alguna vez perdió los papeles en escena?

Solo una vez. Siempre he tenido ese miedo. Fue al principio de una obra, pero no sé notó porque era yo la que empezaba y simplemente tardé 30 segundos más en hablar. Bueno y he tenido otra, con Marché. Ella me dijo una palabra y ya me vino todo a la mente. Si no hubiera sido por ella hubiera estado en una situación complicada.

Usted se siente actriz en el escenario sin adjetivos ni matices.

Si. Es que para mí decir la palabra actriz es una cosa muy grande, aunque llevo quince años, pero sigo siendo amateur. Sí que me siento actriz porque estoy haciendo lo que me gusta, y creo que es lo más importante, y creo que no lo hago mal.

¿Cuáles cree que son los valores que transmite como actriz?

Ahora mismo en el grupo aporto la veteranía, soy la que llevo más tiempo. También ayudo mucho a los compañeros y al que suele llegar nuevo, intento estar para todo y hacerle más fácil a los demás la inclusión en el grupo.

¿Y cómo afronta ahora el salto al teatro profesional? Porque su participación en ‘El Desahucio’ es un salto hacia adelante en su carrera. Son palabras mayores.

Bueno, yo ya he estado en un grupo que todas las actrices, que son todo mujeres, son videntes, soy la única que no ve y me he sentido siempre muy bien. Y ahora, que Mel se haya fijado en mí y me haya ofrecido este papel es como un honor que un profesional como él quiera trabajar conmigo. Para mí es muy importante.

Está trabajando en esta obra con personas videntes, ¿siente vértigo ante esta situación o lo asume con total naturalidad?

Por ejemplo, al principio sí me sentía un poco cohibida, pero esa sensación dura realmente muy poco porque todos mis compañeros me han tratado como lo que soy, una más dentro del grupo, no me siento especial.

“Siempre quise hacer ‘La ratonera’ de Agatha Christie”

Esther aspira ahora a seguir compartiendo escenario con sus compañeros de El Malecón

Hace de Lucía en ‘El Desahucio’. ¿Cuál es su papel en esta obra?

No quiero desvelar mucho (risas) porque realmente tengo un papel muy pequeñito, donde trabajo con Mel. Pero es la aparición de una chica que hace un poco de enlace entre dos momentos que hacen que todo cambie.

¿Tiene mucha relación este aspecto social en la realidad, ¿verdad?

Sí, exactamente. Es una obra muy conectada con este problema de la sociedad.

¿Tiene alguna obra que le haya servido de inspiración?

Yo siempre quise hacer ‘La ratonera’ de Agatha Christie, desde que la leí muy jovencita me gustó mucho al igual que las novelas policíacas.

¿Es usted más de drama que de comedia?

A mí me gusta todo. Yo necesito que el que está conmigo encima del escenario me transmita algo, que me haga sentir algo porque de lo contrario es como si me hubieran hecho perder el tiempo.

¿Cree que transmite eso?

Espero, espero. Yo quiero transmitir justamente eso. En el otro grupo de teatro que no es de la ONCE, que es ‘Teatro de la Orilla’, había una chica que siempre me decía que le ponía la piel de gallina con un papel que hacía. Pues a ver, eso gusta mucho, conseguir transmitir eso a una persona es importante.

¿Qué lee y qué escribe en su tiempo libre? Porque usted lee y escribe.

De todo, de todo. Música suelo escuchar todo tipo, desde Robbie Williams a Manolo García, tengo mucha variedad. En cuanto a la lectura, me gusta leer todo tipo de lecturas como las policíacas, Gloria Gaynor, entre otras. Y en la escritura, escribo relatos cortos, aunque me da vergüenza porque pienso que a lo mejor no tengo el nivel suficiente para mostrarlo hacia afuera.

Ahora mismo como actriz, ¿a qué aspira?

Justo ahora que doy un paso más en esto, me gustaría seguir porque estoy muy cómoda trabajando con Mel y poder decir que esto me lo he ganado yo. Pero si no pasa, no hay problema, quiero seguir compartiendo escenario con mis compañeros que es lo que más me gusta ahora.